Gestión de residuos, una eficaz puerta de entrada a la Responsabilidad Social Empresaria
Muchas organizaciones suelen dudar sobre cuál debería ser el primer paso hacia una activa política socioambiental. Acá analizamos por qué el tratamiento de desechos presenta múltiples ventajas y recompensas.
No importa el tamaño de la operación, de la empresa u organización, una efectiva gestión de residuos debería figurar como prioridad a la hora de elaborar cualquier plan de negocios.
¿Por qué? Por múltiples razones, pero básicamente porque la agenda actual obliga a tener una activa política de Responsabilidad Social Empresaria (RSE). Que, si bien no se agota en absoluto en la faceta ambiental, sí la contiene y destaca.
La propia Organización de la Naciones Unidas (ONU) habla de ello, en especial desde que plasmó los famosos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y su agenda programática con vistas al año 2030.
¿Qué significa y cuándo nace la gestión de residuos?
Si bien sus orígenes pueden rastrearse hacia comienzos del siglo XX, no fue hasta la década de 1970 cuando se empezó a hablar de una gestión de residuos integral. Primero involucrando a las grandes ciudades y metrópolis como Nueva York y Tokyo y luego a las diversas organizaciones de la sociedad civil.
Corporaciones incluidas, claro. Hoy por hoy es importante notar que toda empresa, por más pequeña que sea, debería abordar una efectiva gestión de residuos. ¿Qué entendemos por esto? Todas las actividades y procesos necesarios para darle una solución efectiva los residuos producidos. ¿Qué entendemos por residuos? Todos aquellos objetos y materiales que pierden su utilidad tras haber cumplido con su misión o servido para realizar un determinado trabajo.
Tipos y etapas de la gestión de residuos
Por supuesto que no es lo mismo la gestión de residuos ciudadana y hogareña que la que lleva a cabo una empresa o incluso una industria. Además, hay ciertos materiales y desechos que merecen un tratamiento especial, como los producidos en hospitales o centros de salud, así como en las fábricas petroquímicas.
Es por eso que, en general, la gestión se ordena en general según los diversos tipos de residuos:
- Gestión de residuos sólidos urbanos
- Gestión de residuos industriales
- Gestión de residuos peligrosos
- Gestión de residuos sanitarios
Acá nos enfocaremos principalmente en los dos primeros tipos, que a su vez pueden y deben ser diferenciados según el tipo de residuo en cuestión, ya que pueden ser tanto:
- Residuos orgánicos
- Residuos sólidos de tipo comercial (papel, cartón, plásticos y lata en grandes cantidades)
- Residuos sólido s de tipo hogareño (cartón, papel, plástico y lata en pocas cantidades)
- Residuos de construcción
- Mezcla de residuos
¿Cuáles son las etapas de una efectiva gestión integral de residuos?
Si bien algunos autores difieren un poco, el consenso generalizado establece que las fases principales son 4:
- Generación y clasificación
- Recolección
- Tratamiento
- Transporte y disposición final
Es importante poder asesorarse bien sobre cada una de esas etapas, para poder evaluar así en concreto un plan efectivo. Para ello es necesario una auditoría de residuos, a cargo de auditores especializados en el lugar donde opera la empresa. Estos especialistas serán los más idóneas para identificar dos puntos clave:
- Posibilidades de optimización y ahorro en la generación de residuos
- Posibilidades de cambio ecológico (materiales, matriz energética, etc)
- Necesidades específicas para cada una de las etapas del plan
Cómo crear un plan de gestión de residuos
Es importante retener que la elaboración de un plan de gestión de residuos es una gran oportunidad de cambio para cualquier empresa. Que requiere inversión de energía, tiempo y dinero, pero que precisamente nunca pierde ese carácter de inversión a futuro.
Que puede significar una posibilidad de ahorro inmediato y también de salto hacia delante en materia de Responsabilidad Social Empresaria (RSE).
Para garantizar que la aplicación del plan de gestión de residuos sea factible, hay que mantener una perspectiva realista y ordenada, que contemple por ejemplo los siguientes pasos y diagnósticos.
- Determinar bien los recursos necesarios para el plan (contenedores, herramientas, vehículos, logística, etc).
- Asignar una persona o departamento a cargo y comunicar de manera integral sus responsabilidades
- Preparar un calendario de aplicación
- Involucrar a todo el personal en el plan de gestión de residuos
- Contemplar capacitaciones periódicas sobre residuos y sustentabilidad
En suma, un plan de gestión de Residuos es un gran puntapié inicial para abrazar y potenciar la Responsabilidad Social Empresaria y un paradigma de gestión socioambiental que hace rato llegó para quedarse.