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Barbara Grane  

Qué es el método SROI y por qué es ideal para medir el impacto social de una empresa

El Retorno Social de la Inversión (SROI, por sus siglas en inglés) es una herramienta sistemática para calibrar de manera eficaz los aportes que hace a la sociedad y a la propia organización sus políticas de Responsabilidad Social Empresaria (RSE).

Hace décadas que estamos inmersos en el reino de la medición. La digitalización de prácticamente todos nuestros procesos productivos provocó que nuestra capacidad de cuantificación se haya disparado a límites inimaginables.

En esta era de empresas socialmente responsables se vuelve vital que la medición de resultados no quede relegada sólo al ámbito financiero, sino que se pueda cuantificar también el valor social, económico y medioambiental de cada una de las políticas y acciones de las organizaciones.

En ese terreno, el método Retorno Social de la Inversión (SROI, por las siglas en inglés Social Return On Investment) seguramente es la respuesta que muchas empresas y organizaciones están buscando.

¿Qué es el Retorno Social de la Inversión (SROI)?

Para hablar de SROI primero hay que repensar y poner en relieve el concepto de valor. Sobre todo, porque el mismo es muy claro en relación a las reglas financieras, allí no hay dudas de cuáles son las reglas de valoración. Sin embargo, a la hora de hablar de impactos sociales y medioambientales, el asunto se complejiza.

Para ello nace justamente el Retorno Social de la Inversión, una metodología y conjunto de principios que incorpora nuevos elementos en la valoración, estudio y registro de las dimensiones no estrictamente económicas de las inversiones.

Si bien se sigue sustentando en criterios cuantitativos de costo-beneficio, sus variables son más amplias, cambiantes y de cierta manera, “intangibles”. Para ello, le asigna un valor (cuantificado, y preferentemente, monetizado) a todos los efectos identificados en relación a determinado proyecto o política, independientemente de que tengan o no un valor de mercado. 

Gracias a esa conceptualización, entonces, se dirá por ejemplo que un proyecto tiene un ratio SROI de 3:1 si por cada dólar invertido en el proyecto en cuestión se generan 3 de beneficio social.

Los principios del SROI

Repasemos entonces las principales características del SROI:

  • Es un método de comprensión, medición y comunicación de los valores extra financieros que no suelen ser tenido en cuentas en los balances convencionales de los recursos invertidos. 
  • Incorpora un enfoque ampliado y participativo al tradicional análisis de costo-beneficio, capturando y cuantificando (incluso en forma monetaria) el valor de un extenso grupo de indicadores/ resultados.
  • Ofrece una herramienta para que empresarios e inversores tomen decisiones basadas en la optimización de los recursos, aun cuando puedan no tener valor de mercado.
  •  Exige transparencia absoluta, a la vez que involucra a todos los famosos “stakeholders”. Según la teoría de los stakeholders (central para el enfoque SROI), toda empresa impacta de manera directa no sólo sobre accionistas o dueños, sino también sobre un conjunto mayor de “interesados”, ya sea posibles inversores, proveedores, como sociedad y comunidad en general.

Etapas para la aplicación del SROI

Realizar un análisis basado en el método SROI supone por lo menos seis etapas diferenciadas:

  1. Establecer objetivo e Identificar a los stakeholders clave. Es importante tener límites claros acerca de qué cubrirá el análisis SROI, quiénes estarán involucrados en el proceso y cómo. ¿Quiénes serán los principales beneficiados?
  2. Elaborar un mapa de resultados. El esquema mostrará la relación entre los inputs (recursos empleados), las actividades (outputs) y los resultados (outcomes) para cada grupo de stakeholders. El Mapa de Impacto, también llamado “teoría del cambio” es fundamental para el análisis SROI
  3. Evidenciar los outcomes y valorizarlos. Esta etapa supone recopilar toda la información y hacer el seguimiento profundo de la actividad, a la vez que implica asignarles un valor monetario a todos los criterios analizados.
  4. Determinar el impacto. Habiendo recogido información sobre los outcomes, y habiéndolos monetizado, solo queda definir la duración temporal del registro de resultados y evaluar el grado en el que los resultados identificados se deben a las actividades realizadas.
  5. Calcular el SROI. Esta etapa supone añadir todos los beneficios, sustrayendo lo negativo y comparando el resultado con la inversión.
  6. Comunicar, utilizar y certificar. Fácilmente olvidado, este último paso supone compartir las conclusiones con todo el ecosistema de la empresa, incluidos los stakeholders.

A diferencia del ROI, ratio que mide únicamente la rentabilidad de las inversiones en una empresa, el método SROI busca presentar una visión más completa del retorno de los recursos invertidos incorporando a todos los grupos de interés de esa empresa. Y asignándole un valor cuantificable a su política social, ambiental y de desarrollo económico. 

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