Impacto social: las claves para transformar tu empresa con éxito y valor
La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) hace años dejó de ser potestad de unas pocas (y únicamente grandes) organizaciones. En esta guía, todos los aspectos a tener en cuenta.
¿De qué hablamos cuando hablamos de Responsabilidad Social Empresaria (RSE)? Básicamente de un valor que hoy debería ser parte de la identidad y esencia de cualquier empresa y organización del sector privado.
¿Por qué? Porque ya no se trata de “elegir” ni mucho menos de “reaccionar”, hoy toda empresa debe ser socialmente responsable per se. Sin imposiciones, sin respuestas a tal o cual estímulo o norma gubernamental.
Detrás de esta idea subyace otra más poderosa y general, que tiene que ver con el nuevo paradigma de empresa social. Según el mismo, todas las empresas – ya sean grandes corporaciones o emprendimientos familiares- generan un importante impacto en el entorno y las personas que la rodean.
No hay forma que no sea así y por eso mismo, las empresas deben entender quiénes son sus stakeholders, es decir sus grupos de interés y de impacto. El medio ambiente, (y quienes dependen de él), sin duda es uno de ellos, pero no es el único.
Lo importante, además de identificarlos bien, es que la empresa en cuestión abrace e integre de manera sostenible y voluntaria esas preocupaciones sociales y ambientales en sus estrategias y decisiones de negocio. A todo ese conjunto llamaremos acciones de responsabilidad social empresarial o, más directamente, acciones de impacto socio ambiental.
Las claves de una exitosa política de impacto social
No deberíamos llamarlos pasos porque esa idea puede prestarse a confusiones ya que no se trata de un orden progresivo de acciones sino más bien de un mapa integral de conceptos e ideas a tener en cuenta.
1. Definición de la acción y el mensaje
En primer lugar, es primordial establecer bien qué causas y acciones va a apoyar la empresa en cuestión. Las mismas deberían ser completamente afines a su identidad, operatoria y stakeholders (grupos de interés).
No sería aconsejable, por ejemplo, que una empresa basada en una ciudad sin salida al mar se vuelque a hablar del cuidado de los océanos. Otro aspecto central a tener en cuenta es su perdurabilidad. No es bueno crear una acción concreta y puntual solo para promocionar la nueva identidad de la empresa sin lograr luego una efectiva continuidad de la misma. Se recomienda que sean acciones perdurables en el tiempo y que también definan a la compañía.
2. Estrategia y valor agregado
Las acciones deben integrarse a la propia razón de ser de la empresa y darle un valor agregado. No hay que perder el foco de la ganancia y prosperidad del negocio: no son acciones a pérdida, sino inversiones a mediano y corto plazo.
3. Inversión
Sí, las acciones de Responsabilidad Social Empresarial requieren inversión de tiempo, energía, dinero y recursos de todo tipo.
Incluida la fuerza de trabajo, que en muchos casos cumplirá un doble rol, será beneficiaria de ese impacto (como parte de aquellos stakeholders) y también partícipe: ayudará a llevarlo a cabo.
4. Medición
Toda acción de impacto socioambiental deberá contar con objetivos alcanzables y mensurables. Esto es importante ya que en muchos casos se trata de esferas “intangibles”, difíciles de cuantificar.
Para ello, existe el Retorno Social de la Inversión (SROI, por sus siglas en inglés), una herramienta indispensable para poder monetizar los aportes que hace a la sociedad y a la propia organización sus políticas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
Un aspecto más: esa medición debe tener un seguimiento y control, sin perder nunca de vista las capacidades reales y concretas de la organización.
5. Comunicación
En esta era de comunicación constante y 360°, la empresa debe dar a conocer sus acciones de RSE a través de todos sus canales de comunicación, tanto interna como externa.
Además de los empleados, debe poder llegar a sus clientes y, sobre todo, generar con ellos un feedback. Esto es: los clientes deberían poder intercambiar con la empresa sus impresiones, experiencias, críticas y observaciones sobre cualquier campaña o acción de impacto socioambiental.
6. Búsqueda de socios
Formar alianzas con organizaciones afines es una gran manera de incorporar valor a la empresa. Pueden ser organizaciones sin fines de lucro, pero también empresas privadas, siempre y cuando estén completamente alineadas con el objetivo en cuestión.
Lo importante es asesorarse bien antes de cada paso y no dejarse llevar por títulos y nombres rimbombantes, pero sin sustancia detrás.