Biosanitizantes: el desarrollo de una startup chilena que puede revolucionar la forma de conservar alimentos
Las bacterias que provocan desastres en las cadenas alimenticias cómo la salmonela o el enterococo, siguen apareciendo en la comida, y se siguen produciendo brotes de estas enfermedades causadas por la contaminación, que muchas veces incluso logra filtrar los controles sanitarios. En pos de encontrar una solución, una startup chilena desarrolló un Biosanitizante que permite combatir estas afecciones cómo nunca antes.
BeeTechnology, asegura que creó una tecnología orgánica que combate a las bacterias que descomponen los alimentos y provocan millones de casos de enfermedades al año. Este nuevo producto viene a revolucionar el mercado y la forma en la que se mantiene la calidad de la comida, ya que alarga la vida útil de forma significativa. Esto se debe a que puede matar e inhibir el crecimiento de posibles bacterias contaminantes.
El sanitizante es incoloro, inoloro e insípido, lo que permite que se pueda utilizar para preservar todo tipo de alimentos. Al ser un producto orgánico, se asegura que este no contenga elementos potencialmente dañinos para las personas, y además, a diferencia de sus semejantes químicos que dejan algunas bacterias vivas, este tiene una efectividad del 100% sobre los contaminantes.
Esta propuesta, comenzó a desarrollarse para traer consigo un cambio radical en la alimentación, para evitar el desperdicio masivo y poder darle de comer a muchísimas más personas gracias al aumento de la durabilidad de las comidas. Esto influye no solamente como una nueva herramienta de impacto social positivo, sino que también cómo una de reducción del impacto ambiental, porque permitirá que se reduzca la producción diaria de alimentos.
¿La fórmula para reducir el desperdicio de alimentos?
De acuerdo con un estudio de la ONU, en el mundo se desperdicia alrededor del 17% de los alimentos disponibles para consumo, lo que representa una cifra cercana a las 931 millones de toneladas de comida que terminan en la basura. Además, se estima que el número de personas que no cubre la alimentación básica al día está cerca de las 800 millones. Es por esto que el trabajo de BeeTechnology podría cambiar la realidad de un gran porcentaje de esta gente.
Desde la startup chilena, aseguran que la clave para alimentar a más personas no es producir más, sino cuidar lo que ya se produce. Es una propuesta de impacto socioambiental que busca garantizar la seguridad alimentaria. Aunque parezca poco, alargar la vida útil de la comida en días puede significar que alguien que no podía comer tenga algo para servirse.
La pérdida y el desperdicio de la comida está fuertemente asociada a la utilización de productos químicos que contaminan los alimentos e incluso le reducen las propiedades benéficas que estos le otorgan al cuerpo. La necesidad de querer entregar más productos en más tiempo no ha hecho otra cosa que afectar al propio sistema de producción que pierde el 14% de lo que produce antes de que este siquiera llegue a los mercados.
Los beneficios de triple impacto de los Biosanitizantes
Los objetivos de BeeTechnology no se quedan sólo en una cuestión ambiental, y es que priorizar la reducción de pérdida y el desperdicio de alimentos es fundamental para conseguir sistemas agroalimentarios sostenibles que además de disminuir su impacto en el planeta, sino que también promueven beneficios económicos y sociales.
Esta propuesta de triple impacto cuida a los productores, consumidores y al ecosistema. Los alimentos desperdiciados terminan por consumir una cuarta parte del uso mundial de agua dulce que necesita la agricultura y además ocupan el 28% de la tierra cultivable del mundo. Los Biosanitizantes vienen a prevenir la contaminación de estos alimentos.
Al evitar el desperdicio de comida mediante un tratamiento orgánico se cuida la tierra, lo que provoca que se cuide el bolsillo de los productores y también que se cuide la salud de las personas, que se ven afectados no sólo en caso de no poder comer por una cuestión de falta de recursos, sino que protege también a las comunidades aledañas que suelen sufrir enfermedades a causa de los agrotóxicos que se esparcen por el aire.