Cómo el Hidrógeno Verde podría ayudar a la economía argentina
El hidrógeno es el elemento químico de mayor abundancia en nuestro planeta, y en los últimos años ha tomado gran relevancia. Tanto es así, que se ha desarrollado en la Argentina, una estrategia nacional de cara al 2030, que supone la presentación de un proyecto de ley para impulsar el desarrollo de la economía en el sector energético, que permita la aceleración de la transición energética con el hidrógeno verde como una de sus principales herramientas.
Estamos hablando de un biocombustible que se genera por medio de la electricidad proveniente de la energías renovables, es decir, las que forman parte de la naturaleza y tienen carácter ilimitado. La utilización de las mismas está considerada cómo una de las claves en la lucha contra la degradación ambiental. Se trata de un elemento con potencial para descarbonizar la estructura productiva.
Es una realidad que nuestro mundo está cada vez más repleto de Gases de Efecto Invernadero que se generan y se acumulan a causa de la combustión fósil. Pero también es cierto que los esfuerzos para desarrollar un impacto socioambiental positivo han aumentado como nunca antes en la última década.
Debido a sus características, se necesita de grandes cantidades de energía para poder separar a este elemento que en la Tierra sólo existe en combinación con otros, y este proceso es muy costoso. Sin embargo, los beneficios y réditos que promete motivan a un gran número de actores de la industria a invertir en el desarrollo de esta tecnología.
Las ventajas que presenta el Hidrógeno Verde para Argentina
La Unión Europea estima que para 2030 tendrá una demanda de alrededor de 20 millones de toneladas de hidrógeno verde. La Argentina tiene el potencial para volverse un actor central en la exportación de este biocombustible. Las condiciones están dadas, pero requiere de una gran inversión y un trabajo en conjunto de todos los involucrados para generar un impacto positivo de triple efecto: para la economía, la sociedad y el medio ambiente.
Un kilo de hidrógeno equivale aproximadamente a tres o cuatro veces un litro de combustible líquido. Esto quiere decir que si un tanque lleno de combustible convencional, como podría ser la nafta, sirve para recorrer una distancia de 500 kilómetros, si el mismo fuera reemplazado por este elemento, se extendería su autonomía a 1.500 kilómetros. Mayor eficiencia, mejor rendimiento y más ecológico.
La Patagonia Argentina posee una conjunción de elementos que generan un escenario casi único que es altamente favorable para el desarrollo de esta energía. El acceso al agua de mar, las grandes extensiones territoriales que permiten la instalación de molinos eólicos, los fuertes vientos y los puertos, se presentan cómo una oportunidad estratégica para el desarrollo de nuestro país a una economía que priorice la sustentabilidad.
Se trata de una oportunidad inigualable de inversión y crecimiento para nuestro país, que podría cambiar el funcionamiento de la matriz energética. Una transición hacia fuentes de energía mucho más limpias y sostenibles es más necesario que nunca. Y estos elementos se presentan para hacer de la Argentina un impulsor de vanguardia en la descarbonización del modo de vida, la protección del planeta y la oportunidad de que las próximas generaciones habiten un mundo menos contaminado.
El tiempo: un arma de doble filo en el desarrollo de la Economía Verde en la Argentina
Si bien es cierto que el contexto climático y su geografía, posiciona a la Argentina en un lugar privilegiado para convertirse en uno de los principales exponentes de la producción de hidrógeno verde, el tiempo es la clave que va a definir si el país puede subirse a la ola de demandas que llegará en los próximos años.
La oportunidad tanto para el país como para la región es enorme. Pero no quedarse atrás es necesario no perder el tiempo, la sanción de una ley debe ser una prioridad para posicionarse cómo un actor fundamental en esta industria, que además podría asistir a la producción de hierro, la alimentación de buques, autos e incluso en la producción de fertilizantes.
Estamos hablando de una industria que está dando sus primeros pasos, y que podría atraer a grandes inversionistas de todo el mundo. El proyecto de ley del que se tiene conocimiento hasta ahora, plantearía un desarrollo estructural y que contemplaría otras áreas del sector energético que además de generar un impacto positivo, podrían significar un mayor ingreso de capitales. Además del ya mencionado, se involucraría también al hidrógeno azul, que involucra combustibles fósiles y el rosa que hace referencia a la energía producida con fuentes de origen nuclear.
Las condiciones están dadas, el país posee todos los elementos necesarios para aprovechar este momento, pero de no responder a las necesidades del mundo en el tiempo en que el mundo lo demande, se quedará atrás en una carrera que podría liderar con soltura y en beneficio de todos los actores.