Proyectos
Barbara Grane  

Cómo medir el impacto social de una empresa: los métodos más utilizados

Tan importante como hacer y gestionar es medir. Y por eso acá hablaremos de los métodos más habituales para calibrar y ajustar las políticas de responsabilidad social y ambiental de una empresa.

Reconvertirse en una empresa del siglo XXI implica, entre otras cosas, adoptar un modelo de gestión que priorice y tenga en cuenta los impactos sociales y ambientales que lleva implícita cualquier actividad económica.

Para ello, debe reconfigurar su habitual mindset corporativo, entendiendo que hoy una organización no sólo debe perseguir beneficios económicos sino también sociales y ambientales.

Y que la medición y seguimiento de estos dos últimos impactos es tan importante como la evaluación económica a la que continuamente se someten las organizaciones del sector privado.

Sobre la implementación de diversas políticas de impacto socioambiental hemos hablado bastante, por lo que aquí nos centraremos en los métodos para evaluar esas acciones. 

En la actualidad, podría decirse que hay cuatro enfoques y herramientas que suelen ser los más utilizados a nivel global: la teoría del cambio, el método SROI, el método de la EVPA y las métricas IRIS+.

A continuación, desglosamos cada uno de ellos.

La teoría del cambio, un método basado en la relación causa efecto

Desarrollada en la década de 1990 por expertos del management como Carol Weiss y Helene Clark, esta teoría sirve para analizar y medir, según una lógica cuasal, las acciones empresariales y el impacto social generado.

Es, sobre todo un “mapa de ruta” que busca identificar:

  1. Objetivos. En primer lugar, las necesidades y los objetivos a largo plazo en términos de responsabilidad socioambiental. ¿Qué necesita el territorio donde se despliegue nuestra actividad?  ¿Qué actores buscamos impactar? ¿De qué manera? ¿Cuál será nuestro objetivo tangible?
  2. Estrategia. Una vez identificado ese objetivo se elabora una estrategia acorde, que contemple el cómo lo haremos y también la inversión necesaria en recursos, tiempo y esfuerzo para llevar a cabo es planm.
  3. Relación causal y objetivos intermedios. En esta etapa se suele diagramar “un mapa de causalidad”, que nos servirá para medir efectivamente si esa relación causa efecto era la correcta. Los indicadores, cuantitativos o cualitativos, deben mostrar de manera específica y concreta el impacto social que ha generado la empresa con su actividad.
  4. Impacto final. Una vez concluida la política o acción en cuestión, nos queda lo más importante. Evaluar de manera exhaustiva si el objetivo a largo plazo se cumplió o está cumpliendo. En caso negativo, deberemos hacer las correcciones necesarias para alcanzar esa meta.

Metodología de la EVPA, a instancias de la Unión Europea

La Unión Europea y su comisión experta en negocios y emprendimientos sociales (GECES por su siglas en inglés) se unieron con la EVPA (European Venture Philanthropy Association) para diseñar una metodología de gestión, control y medición de impacto. 

Basados en la Teoría del Cambio, propusieron un manual dividido en 5 pasos:

  1. Establecer los objetivos. La empresa o el inversor de impacto debe plantear los principales objetivos y metas que pretende lograr.
  2. Analizar los stakeholders: Esta etapa consiste en la evaluación y análisis de los stakeholders, esto es los grupos de interés e impacto de nuestra organización. Acá hablamos no solo de accionistas, sino también de proveedores, empleados, inversionistas y grupos o colectivos de la sociedad en general.
  3. Medir los resultados. Para esta etapa, la EVPA recomienda un análisis basado en tres categorías, Outputs, Outcomes e Impact. Los primeros son los bienes y servicios tangibles que resultan de las actividades de la organización, los outputs, los cambios, beneficios, aprendizajes y otros efectos provocados por la organización y el Impact es todo aquello que la organización atribuye a sus actividades en términos más generales y a largo plazo.  
  4. Verificar y valorar el impacto. Esta etapa consiste en verificar si la actividad empresarial realmente ha logrado crear un impacto social positivo, y en determinar cuál es el valor añadido generado por dicho impacto. Para ello, se recomienda usar técnicas como el análisis comparativo de los competidores, o encuestas y entrevistas a los propios stakeholders.
  5. Reportar y hacer el seguimiento. Finalmente, se debe realizar una labor de seguimiento sistemático de dichos indicadores.

El método SROI, el más utilizado y conocido

El método de Retorno Social sobre la Inversión (SROI, por Social Return of Investments) no es otra cosa que la habitual evaluación de retorno de la inversión, pero con una dimensión social. 

Para ello, la metodología le asigna un valor monetario a los impactos socioambientales, pudiendo de esa manera efectuar el clásico análisis de costo-beneficio. 

Al igual que todos los demás, propone una serie de pasos a seguir.

  1. Identificar stakeholders. El primer paso consiste en determinar a los diferentes grupos de interés de la empresa, estudiando el impacto de sus actividades en los mismos. Finalmente, seleccionamos cuáles debemos incluir en nuestro análisis SROI.
  2. Hacer un mapeo de resultados. Inspirada en la Teoría del Cambio, la metodología SROI se basa en un “mapa de impacto”, que propone una relación causal entre los objetivos, las estrategias y los resultados (inputs, outputs y outcomes).
  3. Asignar un valor al impacto. Esta etapa supone recopilar toda la información y hacer el seguimiento profundo de la actividad, a la vez que implica asignarles un valor monetario a todos los criterios analizados.
  4. Establecer el impacto: Esta etapa consiste en determinar si nuestras actividades han generado ese impacto positivo.
  5. Calcular el SROI: Llegados a este punto, ya hemos recopilado toda la información necesaria para realizar el cálculo del SROI. Que se basa en añadir todos los beneficios, sustrayendo lo negativo y comparando el resultado con la inversión.
  6. Comunicar y realizar seguimiento: Finalmente, la empresa debe compartir con todo su ecosistema los resultados y reportes del análisis SROI.

Métricas IRIS+, una herramienta sistematizada

Establecido como organización sin fines de lucro a nivel mundial, el Global Impact Investing Network (GIIN) identificó varios problemas a la hora de medir el impacto socioambiental de las empresas. 

Entre los principales, la falta de métricas universales y la fragmentación de proyectos y recursos.

Para combatir esos limitantes, la organización se juntó con más de 850 colaboradores de todo el mundo y crearon un sistema de medición, gestión y optimización de los impactos sociales.

Llamado IRIS+ (Impact Reporting and Investment Standards), se encuentra abierto a todo el mundo desde su plataforma online, donde las organizaciones pueden filtrar y buscar indicadores según sus necesidades. 

Los indicadores están organizados y categorizados por sector de actividad, por los famosos ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de la ONU, por las cinco dimensiones de impacto, y por rendimientos financieros, entre otras categorías.

Si bien no es una metodología propiamente dicha, se trata de una herramienta muy valiosa, que bien puede estar acompañada por alguna de las otros métodos comentados acá arriba.

Leave A Comment