Empresas B: qué son y cuántas hay en Argentina
Nacido en Estados Unidos, el sistema de certificación a empresas con un propósito socioambiental sigue en aumento y ya superó la marca de las 7 mil corporaciones en todo el mundo. ¿En qué situación está la Argentina?
Las empresas B, ejemplos integrales de la llamada Responsabilidad Social Empresaria (RSE), nacieron en Estados Unidos, más precisamente en Pennsylvania, allá por 2006. Fue entonces cuando la ONG B Lab se fundó para transformarse en la certificadora oficial de esta categoría.
La B viene de “Beneficial” que bien podría traducirse como “Beneficioso” y que no tiene nada que ver con las antiguas sociedades de beneficencia ni mucho menos.
En efecto, la idea de B Lab no es convertir a las empresas en organizaciones benéficas o no gubernamentales. Al contrario, acá el afán de lucro sigue estando en prime plano, solo que con un nuevo propósito conjunto: dejar una huella de bienestar en toda la sociedad.
Empresas B, un paradigma de beneficio integral
Transformar la economía global para beneficiar a las personas, la comunidad y el planeta”. Ese es el lema de B Lab, la organización sin fines de lucro que lidera y certifica el proceso de transformación de las empresas B.
¿Qué significa en concreto? Que cada empresa acepta someterse a una revisión exhaustiva e integral en cinco áreas relevantes de su operación:
- Gobierno
- Trabajadores
- Clientes
- Comunidad
- Medio Ambiente
En cada una de ellas, pero no de manera compartimentada, se evalúa las políticas concretas en torno a lograr impactos positivos, fortaleciendo en ese camino la transparencia de la empresa.
Su filosofía pasa a apoyarse así en la teoría de los stakeholders, que establece que además de sus accionistas o dueños, las empresas deben tener en cuenta a un conjunto de actores mucho más amplio.
El mismo está formado por trabajadores, posibles inversionistas, proveedores, clientes y sociedad o comunidad en general. Y por ende, el medio ambiente, un terreno de suma importancia para las empresas B que incorporan de manera concreta la llamada Responsabilidad Social Empresaria (RSE).
Pero a no confundir, no es esa la única área que será sometida a análisis periódicos por parte de las certificadoras, aunque sí es evidente que se trata de un área de gran importancia.
Condiciones para poder ser una empresa B
Entre las condiciones para que las empresas puedan participar de este proceso de certificación se encuentran:
- Ser una empresa con fines de lucro
- Operar en un mercado competitivo
- Llevar más de 12 meses de operaciones
- Aceptar el pago de un fee anual más un pago inicial para iniciar el proceso
- Modificar su filosofía y status legal de acuerdo a los requerimientos de cada país
- Someterse a una evaluación inicial y luego a un régimen de auditorías aleatorias y certificaciones trianuales
Empresas B en Argentina
En nuestro país, y en el resto de América Latina, el proceso de certificación de empresas B está liderado por Sistema B, organización aliada de B Lab para toda la región.
Según su último informe, presentado en agosto de 2023, el número de empresas B certificadas en todo el mundo ya superó la marca de las 7000.
La Argentina, por su parte, ya superó la marca de 200 empresas B certificadas, casi el 20% de todas las de América Latina, ubicándose así tercera en el podio de la región, detrás de Brasil y Chile.
En nuestro país, el proceso comenzó en 2017 y en dos años logró duplicar la cantidad de empresas certificadas, pasando de 65 a 124 en 2020.
En su mayoría se trata de microempresas, aunque también hay muchísimas Pymes certificadas y otras corporaciones bien grandes, como el caso de Nespresso o Danone.
La representación de sectores es bien amplia, hay empresas del sector cosmético, alimenticio, rural y en especial de servicios, orientadas a áreas como la reducción de la brecha social, la regeneración de ecosistemas dañados o la reconversión de matrices energéticas.
En total, la comunidad de Empresas B emplea acá a más de 18.000 personas y factura, en total, más de 1500 millones de dólares al año.
Desde Sistema B apuestan a que la cantidad de empresas B en el país seguirá en aumento y que servirá para “construir una nueva economía, más justa, equitativa y regenerativa para las personas y el planeta”.