Fuertes inversiones de la industria automotriz para la transición sustentable en Argentina
Los fabricantes automotores más importantes del mundo, vienen anunciando que tienen la intención de producir únicamente autos eléctricos en unos pocos años. Lo que demuestra que la industria automotriz está en camino hacia la transición sustentable, y pese a que en Argentina esa evolución recién comienza, ya se empieza a observar la tendencia que apunta a un impacto socioambiental positivo.
A finales del mes de junio, se dió a conocer el Informe de Sustentabilidad 2022 de Volkswagen Group en Argentina, donde se tienen en cuenta los indicadores que marcan el camino a seguir. Se trata de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por las Naciones Unidas, y que la marca alemana tiene en cuenta a la hora de desarrollar su modelo de negocios.
El eje central del informe está en la estrategia Way to Zero que la empresa utiliza a nivel global y cuenta con cuatro elementos fundamentales: descarbonización de las cadenas de producción y suministro, uso constante de energía verde, electrificación de toda la flota de vehículos y el reciclaje de baterías. La compañía se propone minimizar su impacto en el medioambiente y ser carbono neutral para 2050.
Una mención crucial que se hace en el informe, tiene que ver con el anuncio de inversiones por 300 millones de dólares para el mercado nacional, que está relacionado no sólo con su objetivo y compromiso ecológico, sino también con la creación de empleo, lo cual supone también un impacto social positivo.
La responsabilidad que debe tomar el sector automotriz para el desarrollo sostenible
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es un llamado que busca movilizar a todos los sectores de la sociedad en favor de una cadena de acciones que tengan el foco en el cambio sostenido y sustentable del planeta. La industria automotriz es una de las que mayor contaminación provoca año a año. Las empresas deben generar e impulsar transformaciones para combatir esta situación.
No hay dudas de que a medida que la economía crece, mejora la calidad de vida de las personas, sin embargo, este crecimiento debe poder lograrse sin comprometer el bienestar de las generaciones futuras. De acuerdo con la Asociación de Fabricantes de Automotores, el nivel de exportación y producción del primer semestre del año, es el mejor desde 2014. Es por esto mismo, que un sector que genera tanto dinero, debe incorporar políticas responsables, gestionar prácticas comerciales éticas y promover los sistemas de impacto socioambiental positivo.
La movilidad eléctrica se encuentra en ascenso a nivel mundial, se trata de una herramienta mucho más sustentable que colabora con un planeta más sano. Apostar al crecimiento de este sector, debe ser uno de los pilares esenciales para cada empresa que quiera posicionarse a nivel mundial. El desarrollo de vehículos híbridos, es un primer paso de transición mucho más accesible que el salto directo a los vehículos que son sólo eléctricos, debido a los costos de inversión.
La transición está en marcha
En las últimas semanas, Mercedes-Benz presentó su primer auto 100% eléctrico en la Argentina. Se trata del primer paso que da la marca alemana en el país hacia una movilidad sustentable. Estamos hablando de una de las empresas más influyentes de la industria automotriz, que ya está poniendo en marcha la transición y planea que a partir de 2025, todos los vehículos que lancen al mercado sean 100% eléctricos.
Toyota por su parte, planea ser una empresa carbono neutral para 2050 al igual que Volkswagen. Para lograr que todo su proceso de producción, desde la fabricación de partes, la logística, el trabajo con la red de concesionarias y la vida útil de los vehículos, la compañía enfocó sus esfuerzos en el desarrollo de una economía circular que permite reciclar el 96% de los residuos.
Ford también se sumó al enfoque sustentable y lleva una inversión de más de 660 millones de dólares desde el año 2020, para transformar su planta en Argentina con el fin de transformar todo su proceso y que este sólo provenga de fuentes renovables. Se trata de otro proyecto que además de pensar en el medio ambiente, genera un impacto social positivo, ya que también genera empleo y propone mejorar la calidad de vida de los trabajadores.