La huella de carbono, una variable clave para medir el impacto ambiental en las empresas
Cada vez hay más organizaciones dispuestas a medir y comunicar el impacto que generan sus actividades en la atmósfera. ¿Cómo se calcula esa medida y por qué puede ser clave en los años venideros?
Hoy en día, las empresas deben pensarse y actuar según un paradigma que prioriza la responsabilidad socio ambiental.
¿Qué significa esto? Que todas las organizaciones del sector privado, sin importar su tamaño o rubro, deben asegurarse de generar políticas que impacten de manera positiva no solo en la economía sino también en la sociedad y medio ambiente.
El objetivo de generar réditos económicos sigue siendo un vector clave para ellas, pero ahora esa meta debe estar acompañada de las otras dos, asegurando así el famoso triple impacto de las organizaciones modernas.
En el terreno ambiental, son muchas las políticas que se están llevando a cabo. Junto a ella, emerge además una nueva y poderosa idea: reconvertir y reconfigurar ciertos aspectos clave de una actividad comercial para que esa empresa pueda ser además agente del cambio.
En esa misión, hay una variable que ha crecido muchísimo en este último tiempo: la tan mentada huella de carbono.
¿Qué es la huella de carbono y por qué es tan importante para combatir el calentamiento global?
La huella de carbono, tal como informa nuestra colaboradora Barbara Grane, es un indicador ambiental que mide las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas por un individuo, empresa o actividad.
Acá nos centraremos, claro, en esas últimas dos categorías, ya que las empresas pueden medir tanto su operación como actividades puntuales, como eventos, presentaciones, iniciativas y demás.
¿Son los gases de efecto invernadero un problema de ahora? No. Para empezar, conviene tener en cuenta que el planeta siempre necesitó de estos gases, ya que son los encargados de absorber el calor del Sol durante el día y conservarlo durante la noche. Sin ello, no habría posibilidad de vida y la temperatura promedio sería de -18ºC (hoy es de 15ºC).
El problema comienza a surgir cuando la excesiva producción de estos gases provoca que se retenga cada vez más calor del sol y por ende, aumente la temperatura de la Tierra. Sí, el famoso calentamiento global del que tanto se ha hablado y se seguirá hablando.
¿Cómo pueden las empresas medir su huella de carbono?
Antes de avanzar en la manera en que se mide la huella de carbono, conviene retener que se trata de “convención”, una medida estandarizada, basada en gramos de dióxido de carbono equivalentes (gCO2eq).
¿Por qué equivalentes? Porque entre todos los gases de efecto invernadero, que son muchos, el dióxido de carbono (o C02) es el que tiene una mayor presencia y trascendencia en la atmósfera. Otros gases de efecto invernadero, capaces de acumular la energía del sol, son:
- Metano (CH4)
- Óxido nitroso (N2O)
- Ozono (O3)
- Gases fluorados
Para poder elaborar un cálculo en base a todos ellos, el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, creado por la ONU) desarrolló una serie de fórmulas específicas.
Entre ellas, la del potencial de calentamiento global (PCG) para todos los gases de invernadero mencionados. Así, por ejemplo, el dióxido tiene un índice 1, el Metano 28 y el Óxido nitroso, 265.
De esta manera, para poder medir la huella de carbono en gramos de dióxido de carbono equivalente (gCO2eq) debemos establecer que:
gCO2eq = (gCO2)*PCG(CO2) + (gCH4)*PCG(CH4) + (gN2O)*PCG(N2O)
Un ejemplo:
Para una actividad que emite 20 gramos de metano, 4 gramos de óxido nitroso y 100 gramos de dióxido de carbono la fórmula será:
gCO2eq= (gCO2)*1 + (gCH4)*28 + (gN2O)*265
gCO2eq= 100*1 + 20*28 + 4*265 = 1720 gCO2eq
Es clave recordar que la medición de la huella de carbono es más que nada un puntapié inicial para comenzar a pensar y a diagramar políticas de impacto ambiental. En el mejor de los casos, quizá ayude a replantear ciertos esquemas productivos, para poder convertirse, con el tiempo, en una empresa de carbono neutral.