¿Quién es Gastón Parisier? El argentino que dominó el arte de regalar experiencias
Gastón Parisier es reconocido como uno de esos grandes emprendedores que poseen la capacidad de ver lo que otros no pudieron ver, incluso estando a la vista de todos. Así fue como se dió cuenta que las personas tienen una vida que hoy combina lo real con lo virtual, y que además, estas prefieren compartir sus experiencias (viajes, cenas, aventuras), antes que sus propias adquisiciones. Fue en ese momento, que con 22 años creó Big Box, una plataforma que permite regalar todo tipo de experiencias.
Fundada en el año 2009, la empresa ha logrado expandirse regionalmente en Argentina, Uruguay, Chile, Bolivia y México, pero también en el viejo continente dondé arribó a España en 2021, tras haber triplicado sus ventas en el 2020. Este nuevo concepto a la hora de ragnar se centra en elegir el regalo perfecto para otra persona, pero no pensando en un objeto, sino en una experiencia que el otro pueda disfrutar.
En la era de “todo por una app” no podían faltar los regalos. Es decir, lo que implica elegir y salir a comprar un regalo, sufrió el impacto de la modernidad, y hoy es posible hacerlo desde casa. Lo más difícil suele ser elegir qué regalarle a una persona, sin embargo la plataforma lo facilita, es tan simple como seguir las indicaciones:
- Categoría del regalo: Gastronomía, aventura, relax, viaje, escapada, etc.
- Cantidad: Cuantas personas disfrutarán de la experiencia.
- Elección: En base a lo seleccionado, se aplican filtros que se adapten mejor a lo requerido.
La idea de la compañía es continuar con su expansión y con la creación de una sociedad más generosa, donde regalar no sea solo sacarse un problema de encima, sino que importe. Pero lo cierto es que todo ha tenido que evolucionar, inclusive la empresa que hoy tiene una mirada mucho más abarcativa y se preocupa por el impacto social y económico.
Cómo la pandemia afectó a Big Box
En 2020, el propio Parisier asegura que tuvieron suerte y que su realidad fue distinta a la de la mayoría de las empresas radicadas en Argentina. Debido a que mantenían diálogo con empresas similares de Europa y el mundo, se pudieron anticipar y preparar para lo peor, deseando lo mejor.
De esta forma, a principio de ese año suspendieron contrataciones y comenzaron a trabajar en contenido para disfrutar en casa, qué pasó a representar el 90% de las ventas de Big Box en ese momento.
Esto forzó a suspender el modelo de crecimiento omnicanal que estaban desarrollando, en donde el crecimiento digital se daba gracias al crecimiento de retail en puntos de venta. Además tuvieron que postergar el plan agresivo de apertura en México y Chile, que pasó a estar enfocado en la digitalización. Por otro lado, se aceleró el proyecto digital y aumentó la contratación de desarrolladores tecnológicos debido a la demanda por parte de todo el ecosistema.
La reconversión estuvo ajustada a las actividades que se fueron reanudando, pero durante los meses más difíciles hicieron todo lo posible para que la gastronomía llegue a las casas. Entiendo la complejidad que representaba tanto para empresas y usuarios, dispusieron de un sistema que ayudó a sus aliados de experiencias a generar paquetes que mantuvieran el estándar que ofrecían, y sumaron también cursos de programación, idiomas, arte, entre otros, para mitigar el impacto económico y también entendiendo el impacto social que provocó el Covid-19.
El plan europeo de experiencias de Gastón Parisier con Big Box
Pese a la caída nominal de casi el 60% que sufrieron en 2020, la empresa pasó la tormenta, y el propio Gastón Parisier admite que esa experiencia los volvió más fuertes, ya que pudieron salir adelante ante una situación tan compleja. Tal es así que en 2021, con su desembarco en España, la empresa apuntó al mercado europeo que factura alrededor de 1500 millones de euros al año, muy por encima de los 200 millones de dólares de América Latina. Algo que lo hace muy atractivo, pero también muy competitivo.
En palabras del fundador de Big Box, el mercado europeo es muy diferente al de Latam debido a una cuestión de precios y accesos. En el viejo continente, es posible tomarse un tren desde una ciudad a otra y dormir en un castillo medieval a un valor infinitamente menor que lo que saldría un hotel 5 estrellas en Argentina, Uruguay o Chile. Este contexto hace que el 50% de las ventas de experiencias en Europa están relacionadas a viajes, mientras que América Larina tan solo el 5%.